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Por qué me he quitado Twitter

He tirado a la basura una red social en la que tenía 30.000 seguidores.

El otro día me dijo un amigo: ¿por qué hablas así?

Y yo: ¿cómo así?

Él: como Twitter.

Era verdad. Expresiones como súcubo, bro, o "de campeonato" no estaban en mi vocabulario hasta que empecé a seguir a todos los chavales de la comunidad incel para documentarme para mi novela.

Pero la novela ya está casi lista y ahí sigo, leyendo todos y cada uno de los tuits de adolescentes con miedo a las mujeres, procesando el mismo discurso una y otra vez. Con el tiempo es normal adoptar su vocabulario y sus expresiones.

Y, la verdad, tampoco me preocupaba demasiado. Adoptamos expresiones de todo lo que nos rodea. ¿Qué más da hacerlo de tuiter que hacerlo de una serie de vaqueros de Yellowstone?

Lo que sí que me preocupó fue hacer un repaso general de mi actividad en Twitter ese día. Pasividad, más que actividad, ya que rara vez tuiteo algo y solo me limito a leer y ver tuits.

Ese día había visto:

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